Abjurar... Despertares

Frank Wedekind nació en Alemania en 1864. Vivió la época que le tocó vivir de una manera honesta, aunque ésta pueda ser cuestionada, pero se mantuvo fiel a sí mismo. Fue un ciudadano del mundo, temporalmente americano, permanentemente alemán una vez que debió sacar un pasaporte. Vivió la mayor parte de su vida en una Alemania a la cual cuestionó, como cuestionó sus valores, y esta crítica se encuentra en sus poemas satíricos y posteriormente en su dramaturgia. En 1898 sus poemas publicados en la histórica revista Simplicissimus determinó que él junto con el caricaturista Heine acaben en la cárcel debido a que el Keiser Wilhelm se sintió ridiculizado en la portada de la misma. Salió nueve meses más tarde. Dejó de escribir poesía y se dedicó al teatro. Pero su voz, su opinión y sus cuestionamientos no cambiaron. Se mantuvo crítico a una sociedad burguesa y en esa búsqueda es quien abre las puertas al expresionismo y al teatro épico.

Mantenerse honesto. Nuestro nuevo festival de teatro busca celebrar las voces honestas. Esta Fiesta Escénica presenta obras que nos invitan a cuestionar. Obras desnudas cuyo centro son las palabras y las historias; cuya fuerza radica no en el seductor espectáculo sino en la profundidad de su mensaje: la fuerza de la dramaturgia honesta.

Ser fiel a uno mismo. Otra de tantas frases trilladas, que de tanto oírla hemos olvidado su importancia. Hacer lo que podemos. Pero hacerlo. Arriesgarnos a hablar aun cuando frente a nosotros se encuentre la inquisición.

Cuando Ptolomeo manifestó en su visión geocéntrica del Universo, que la tierra (entonces plana) estaba inmóvil, y que el sol y los planetas giraban alrededor de ella, la iglesia – entonces intocable- aceptó esta teoría y así fue: nuestro insignificante planeta pretendió ser en el año 130 el centro del Universo.

En 1593 Copérnico a través de una serie de observaciones desafía esta visión, y propone algo descabellado: la tierra y los otros planetas giraban alrededor del sol. Sin embargo esta visión heliocéntrica se mantiene camuflada y es conocida únicamente en pequeños círculos eruditos.

Cuando a principios del siglo XVII Galileo desafía a la iglesia y apoya la teoría de Copérnico, la iglesia condena mediante decreto lo que ahora sabemos es una verdad. El Papa Urbano manda a llamar a Galileo quien rechazar ante los jueces y de manera pública, su teoría, pero se dice que al retirarse de la sala dijo entre dientes “Eppur si muove”… “Y sin embargo, se mueve”. Galileo tuvo que retractarse: podemos imaginarlo anciano, enfermo pero no asustado: cuando en 1981 el Vaticano desclasificó los archivos del caso Galileo, en un papel está escrito “estoy en vuestras manos; haced conmigo lo que os plazca.” Galileo no fue condenado a muerte, pero se lo confinó por el resto de su vida… y sin embargo, habló.

… y sin embargo, se mueve. Porque hay verdades innegables, aunque deban ser dichas entre dientes. Presentamos a Quito nuestro nuevo Festival que esperemos llene un espacio que nos vienen pidiendo un buen momento. Presentamos propuestas honestas y válidas, que hablan de frente de lo que hoy mismo es necesario hablar…

 

Chía Patiño, Directora Artística – Ejecutiva

Septiembre, 2015

DESDEL TEATRO #116