Lunáticos
Es parte del día a día , como to es un amanecer. Despertar y entender que trabajamos en to inútil.
Son los que roban el tiempo, los hombres grises de Michael Ende, los que ganaron al final de la historia sin permitir que la gente use el tiempo en tonterías como escuchar. Para quienes no han leído esta historia, que no se quede en curiosidad, pues es en el cuento y sus tejidos crípticos donde se enseñaba a los niños apenas empezaban a perderse camino al bosque del lobo feroz.
¿Es cierto que vendimos nuestro tiempo a estos seres transparentes envueltos en humo? ¿Qué cuándo se van nos borran todo recuerdo de su insospechado negocio?
¿Son los locos que entienden su locura los más parecidos a quienes con uniformes inflexibles marchan a diario al trabajo o la ta escuela para aprender a matar el tiempo?
Mantenernos sensibles y tener fe en lo inútil es lo que nos puede siempre orientar entre tanto humo. Recuperar el norte y correr lo más rápido posible en ta dirección correcta para abrazar a otros locos.
Parar todo, sin sentirnos culpables para escuchar a los sapos con sus cantos originales. Escuchar el silencio. Sentir el viento. Cortar lazos y navegar para explorar el mundo plano. Volar.
Muchas son las palabras con las cuales pretenden calmarnos y engatusarnos aprender a mantenernos críticos aunque sea un poco incómodo luchar contra el movimiento en masa impulsado por la actual ciega ambición de tener y tener y tener. Contemplar con horror como se borran los amigos ante la victoria de los hombres grises y además reconocer que la seducción y el poder de estos bichos atrapa, ataca y altera a quienes brillaban en el sol, soñaban con la luz y podían soñar aún con cambiar el mundo. La seducción del poder.
Mantenerse flotando en este mar incierto entendiendo que en el cielo aún brillan los astros. Los mismos que decoraban el cielo hace mucho tiempo. Si, son siempre los mismos, aunque no los veamos; y la luna sale puntual sin dudar aunque sintiendo que la ignoran, que faltan ya los lunáticos, los que luchan y sueñan a pesar de todo, la Luna sale, guiña el ojo, sonríe y susurra: “Adelante, mira: sueñen…..siempre sueñen…”
Chía Patiño, Directora Artística – Ejecutiva
Noviembre, 2018