Vivimos...
Vivimos momentos oscuros que buscan ratitos de esperanza para que pare este insoportable eco constante que canta “por favor paren el mundo nos queremos bajar”. Esta luz se encuentra muchas veces en momentos inesperados, ligeros y transparentes. La ternura. La risa. Un abrazo.
En tiempos oscuros buscamos en los artistas, esos intérpretes que intrigan, nuevas preguntas. Flotar en la profundidad de sus reflexiones para buscar nuestras propias respuestas, conclusiones o sensaciones. Porque pensar que hay una sola interpretación correcta es lo que ha asustado a la gente de las artes y los teatros: nunca faltará un petulante que exponga categóricamente el verdadero significado de una obra.
Significados habrá tantos como personas en su momento: las posibilidades son infinitas. Hoy dejo aquí un misterio, para bailar sin miedo entre sus sombras. Porque hay veces que la respuesta al momento confuso es tan simple como no tenerle miedo y navegarlo hasta que algo o alguien nos muestre una luz nueva…
Soneto 43. William Sheakespeare, 1609.
Y dos ejemplos de traducciones, que nos demuestra que a un poema habrá tantas interpretaciones como lectores, y ninguna de ellas verdadera…
Chía Patiño, Directora Artística – Ejecutiva
Octubre, 2016