West Side Story
Música / Music: Leonard Bernstein
Libreto / Script: Arthur Laurents
Letras / Lyrics: Stephen Sondheim
2012
TEATRO NACIONAL SUCRE (Quito, Ecuador)
Director Musical / Music Director: Ray Fellman
Directora Escénica / Stage Director: Chía Patiño
Coreografía / Choreography: Alejandro Ibarra
Escenografía / Scenic Design: Ana Garay
Diseño de Luces / Lighting Design: Carlos Fajardo
Diseño de Vestuario / Costume Design: Pepe Rosales
West Side Story
En medio del conflicto por el dominio de las calles del barrio, se desarrolla una historia de amor prohibido.
Desde el Teatro N•77- Julio 27 2012
Llego el momento de hablar de West Side Story como la principal producción musical de la Fundación Teatro Nacional Sucre, en el 2012. Para la directora escénica, Chía Patiño, la idea de llevar a escena el musical radica en la actualidad y atemporalidad de la temática. El conflicto racial y social se vive a diario en cualquier ciudad del mundo, el miedo y los estereotipos a lo culturalmente desconocido es inherente al ser humano, por lo que la rivalidad planteada por Jerome Robbins en 1949 sigue vigente hasta el día de hoy: época de constantes migraciones, de flujos de personas que van y vienen de sur a norte, y de norte a sur.
Llevar a cabo una producción de esta magnitud, implica un gran número de personas trabajando desde finales del 2011, cuando nace la idea y Chía Patiño le propone a la española Ana Garay (Diseño de escenografía) comenzar a trabajar en este proyecto. “Cuando en noviembre Chía me invitó a co-laborar con ella en esta nueva producción acepté de inmediato. Se trata de un clásico que forma parte de mi memoria histórica. Volver a revisar a ‘West Side Story’ supuso, de alguna manera, volver a verme a mí misma cuando la veneraba a los diez o doce años. La partitura de Bern-stein y las canciones de Sondheim me han aportado todo el material sensible necesario para resolver el espacio escénico de este musical. El ritmo interno, las melodías y las rupturas musicales, la energía del sonido han sido la principal inspiración para afrontar este proyecto” asegura Garay.
Enseguida, el equipo de Producción de la Fundación comienza a idear la convocatoria de audiciones nacionales para bailarines y cantantes; retroalimentar al Director Técnico con los diferentes requerimientos que van llegando para construir la escenografía; buscar un coreó-grafo; empezar a dar los primeros bocetos y puntadas con el reconocido Pepe Rosales (Diseño de vestuario); así como organizar un cronograma y calendario que recoja todos y cada uno de los movimientos que se deben realizar, de manera sincronizada, para cumplir con los tiempos exigidos por la Dirección Escénica.
Llegó el mes de marzo, y con él las audiciones para elegir el elenco de cantantes y bailarines de West Side Story. El juradoestuvo encabezado por el coreógrafo argentino Alejandro Ibarra, quien será el director de coreografía del musical; la di-rectora escénica, Chía Patiño; el reconocido violinista y director musical de la Fundación Teatro Nacional Sucre, Tadashi Maeda; el director de producción de la Fundación, Stalin Lucero, y la coordinadora del Teatro Variedades Ernesto Albán y Teatro México, Andrea Stark. Finalizadas las audiciones el elenco quedó completo con más de 50 bailarines y cantantes. En esta ocasión, para la dirección musical regresa Ray Fellman, quien estuvo al frente de Sweeney Todd hace dos años. Ahora dirigirá una orquesta creada a medida de las exigencias de West Side Story.
En los meses de abril, mayo y junio el elenco no ha dejado de trabajar en la partitura y en la danza, ya que en el musical las coreo-grafías son piezas claves de la obra, y requieren estar llenas de fuerza. Adriana Mosquera ha sido la encargada de entrenar al elenco de la Fundación Teatro Nacional Sucre (Coro Mixto Ciudad de Quito y Escuela Lírica) durante este tiempo. “Los hombres deben irrumpir en escena con energía y seguridad. La energía masculina domina esta obra, hay muchos enfrentamientos entre los “Sharks” y los “Jets”, muchos desplazamientos. Básicamente no va a haber rincón de escenario que los bailarines no transiten. Por otra parte, las mujeres deben ser tremendamente femeninas y poderosas. En este musical la coreografía no acompaña, es tan importante como los textos o las canciones. Si algo caracteriza a esta coreografía es su importancia dramática” afirma el coreógrafo Alejandro Ibarra. Para el argentino, el principal desafío es “lograr montar toda la coreografía en 5 semanas. Es muy poco tiempo para este tipo de obras. Pero estoy seguro de que vamos a hacer un buen trabajo, los bailarines, según noté en las audiciones, son muy entusiastas y miran con los ojos muy abiertos. Están dispuestos a aprender y a hacer un buen trabajo. Sin duda alguna, la mezcla de culturas junto con las ideas de todo el equipo de directores se va a traducir en un resultado muy original”.
Cuando el próximo 26 de julio suba el telón del Teatro Nacional Sucre para presentarnos West Side Storynos encontraremos con la calle como lugar de encuentro entre los “Sharks” y los “Jets”. Con una estética urbana muy esencial, donde la luz incidirá creando un mundo de luces y de sombras donde se desarrollará la acción. Es un espacio lleno de objetos de luz propia y de materiales reales y reconocibles como el hierro, el cemento, el espejo, la malla metálica, entre otros. Se trata de una obra con una escenografía activa que va a sorprender al espectador por sus cambios y por su capacidad camaleónica, utilizando la caja escénica del Teatro Nacional Sucre como contenedor de realidad” nos cuenta Ana Garay. Cuando el próximo 26 de julio el Sucre suba su telón, te esperarán más de ciento cincuenta personas, delante y detrás del escenario, que llevan trabajando casi un año, para hacerte soñar.
Desde el Teatro #77 – Teatro Nacional Sucre