JArabe para el Nuevo Año

JAno, en latín JAnus, es en la mitología romana, (y una rápida definición de Wikipedia), un dios que tenía dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil. JAno era el dios de las puertas, los comienzos y los finales. JAnuary, JAneiro, JAnero y enero tienen entonces su razón de ser. Un principio. Un nuevo comienzo. A veces, es necesario y urgente. DeJAr atrás los problemas y enfrentar -de dar la cara a, no de buscar conflicto con- enfrentar el futuro con una sonrisa.

Hoy tengo ganas de volver a reír. De recordar la maravilla y el derecho de los quiteños a la “sal quiteña”. “¡JA, JA, JA!” está incluso definido en el diccionario: “la interjección con la que se denota risa”. Me da risa la idea de alguien buscando en el diccionario qué quiere decir “JA JA JA”. Lo absurdo es a veces maravilloso. La capacidad de encontrar – aun estando en JAque- un buen momento comiendo un sánduche de JAmón sentados en una JAba en el JArdín de atrás. Nada muy complejo. De olvidarnos de las JAquecas ya sea en el JAcuzzi o contemplando la vida bajo un JAcarandá. JActarme de los éxitos y baJArme una JArra de vino para reflexionar en los fracasos. Asumir que JAmás nada es perfecto.

JAdeando necesito armar JAleo para no sentirme en una JAula. Porque al final final, somos y seremos seres libres, y nadie tiene el derecho de quitarnos la risa.

¡JA, JA, JA!

 

 

Chía PatiñoDirectora Artística – Ejecutiva

Enero, 2012

DESDE EL TEATRO #71